En épocas de calor, es común sentir más fatiga de lo normal, aunque hayas dormido tus 8 horas. El cuerpo trabaja extra para mantener su temperatura interna estable, y eso consume energía. Por eso, una siesta corta —bien hecha— puede convertirse en una herramienta poderosa para tu bienestar.
Pero no cualquier siesta. Te proponemos una versión consciente, reparadora y efectiva que puedes aplicar en casa, en la oficina o incluso en el club después de entrenar.
- Paso a paso: cómo hacer una “mini siesta restaurativa”
1. Busca un lugar fresco: sin ruido, sin pantallas, con poca luz.
2. Colócate un antifaz frío o una toalla húmeda sobre los ojos.
3. Recuéstate por 15 a 20 minutos. No necesitas dormir, solo dejar que el cuerpo descanse.
4. Respira profundo: Inhala en 4 segundos, exhala en 6. Hazlo de forma lenta y consciente.
5. Al despertar, toma agua fría con limón o agua de coco.
- ¿Qué beneficios tiene?
- Reduce el cortisol (la hormona del estrés)
- Mejora tu estado de ánimo
- Aumenta la concentración
- Regula tu sistema nervioso
- Te deja más preparad@ para retomar el día o seguir entrenando
Tip C+: Después de una clase intensa o una mañana de actividad, usa un espacio tranquilo del club (como los vestidores, área de vapor o salas vacías) para regalarte 20 minutos de descanso consciente. Tu cuerpo te lo va a agradecer.